domingo, 26 de diciembre de 2010

Mi Pequeño Imperio

Mi pequeño imperio no es más largo que una calle, pero es más de lo que necesito para respirar.

En él no existen el lenguaje hablado ni el escrito, no son necesarios.
El tiempo transcurre a su capricho, a veces un segundo es una hora, a veces una hora un segundo.

Mi pequeño imperio sólo existe de noche, donde el cielo de invierno se impone majestuoso en un diminuto claro entre las luces de neón.
En él el filtro de nuestro cerebro que reduce a un mínimo soportable la información que recibimos (y que nos permite seguir cuerdos un poco más) no funciona del todo bien.
No existen en él personas ni animales, y los objentos inanimados son altamente maleables.

Mi pequeño imperio es perfecto, tan perfecto que es indestructible.





1 comentario:

Anónimo dijo...

Para indestructible el imperio antifálico.Que conste.